Diari de
primavera (4)
Cruella de Vil et moi
La Setmana Santa s’ha acabat, estem en plena primavera, però a les nits encara refresca mentre
les fulles ja despunten de les branques cobrint la nuesa dels arbres.
La ἐξωµίδος (exomide) era una túnica senzilla, un simple
rectangle de llana o de lli que es lligava amb un nus damunt de l’espatlla
esquerra i que deixava descoberta la dreta, era la vestimenta dels més humils a
la Grècia antiga. El Flamen Dialis, l’alt sacerdot de
Júpiter, en canvi, no podia tenir cap nus en la seva vestimenta.
En la Història
tècnica i moral del vestit de Maguelonne Toussaint-Samat, llegim que “El nus i el cinturó tenen molts punts en
comú que acabaran trobant-se en la corbata, aquest ritual i coercitiu accessori
dels signes i convencions socials. Del nus-lligadura, primera tècnica d'unió de
les pells, del fil, de la cistelleria, de la fibra i del teixit, descendeixen
en línia recta la costura i el punt. Existeixen aproximadament 4.000 nusos
diferents; Cliffort W. Ashley ha censat més de 3.800. Els esquimals, per
exemple, fan servir, des de fa mil·lennis, per a la costura de les pells, nusos
de adobers amb ajuda de budells de foca, destinats a tornar completament
estancs els trossos de pells unides que constituiran el seu vestit i assegurar
la seva supervivència.”
Fa poc el meu
amic Erasme de Rotterdam, quan va passar per Barcelona camí de Roma al anar a visitar a Ciceró i a Homer, em va comprar, per
a fer-los un regal, unes precioses corbates de cuiro negre. I abans d’ahir li
vaig vendre un barret de conill estampat a la meva estimada i molt famosa
amiga, la cinematogràfica Cruella de Vil,
que va popularitzar un personatge odiós per el públic infantil, nens o adults,
en una pel·lícula de Walt Disney. La Cruella i jo som amics de tota la vida i
més d’una vegada la nostra avinença ha estat a punt d’ultrapassar la línia roja
que dona pas a una cosa ben diferent de l’amistat, però per sort o per encert
hem sabut mantenir sempre la distància i el caliu necessaris i ser només amics
i deixar pels beneïts els plaers, infantils també, de l’amor eròtic.
La Cruella és una
dona massa sofisticada per a la gent convencional, té un caràcter difícil i uns
gustos i desitjos encara més difícils de satisfer, és una misantropa alhora que
una fantasiosa, és també una estrafolària i una neurastènica, està carregada de
manies, però, com bona amiga que és, me l’estimo, l’escolto amb afecte, paciència i
parsimònia, la deixo dir i a tot li dic que sí, i li dic que sí veient, com si
veiés fantasmes o com si em veiés a mi mateix, els invisibles nusos que va
trenant amb el fum de la seva cigarreta.
Cada dia està més
prima i això em preocupa, li dic que ha de procurar menjar més i deixar de
fumar, però no em fa cas, mai em fa cas. Malgrat que ja som a la primavera diu
que té fred, que sempre té les mans glaçades i que el fred entra pels peus i
pel cap, per això m’ha comprat aquest barret de conill estampat que mostro al
final, per conservar, diu, a temperatura corporal els pensaments i els records.
Les pells de conill són lleugeres i suaus i aquest barret pesa menys que el que
pesa ella de tan prima i esquelètica com està, sembla una fulla de tardor en
plena primavera; jo me la miro i remiro i només veig ossos, cada articulació del
seu cos és un nus, s’està herboritzant, convertint-se en un arbre, i cada dia
que passa se me’n va, s’allunya, es difumina com aquestes fotografies que
perden el color per la llum del sol o com si ja se l’hagués endut el vent. Quan
sigui de debò un arbre algú farà bona llenya.
Als dilluns de Pasqua
els padrins regalen les “mones” als seus fillols i “els nusos
són àrees del tronc en què s'ha format la base d'una branca. Quan la fusta es
talla en planxes, els nusos són discontinuïtats o irregularitats circulars que
apareixen en les vetes. On neixen de les branques de l'arbre, els anells del
nus continuen les vetes del tronc; però segons surt a la superfície, les vetes
envolten al nus i la branca creix a part.”
Diario de primavera (4)
Cruella de Vil et moi
La Semana Santa ha terminado, estamos en plena primavera,
pero por las noches aún refresca mientras las hojas ya despuntan de las ramas
cubriendo la desnudez de los árboles.
La ἐξωμίδος (exomide) era una túnica
sencilla, un simple rectángulo de lana o de lino que se ataba con un nudo
encima del hombro izquierdo y que dejaba descubierto el derecho, era la
vestimenta de los más humildes en la Grecia antigua. En cambio, el Flamen
Dialis, el alto sacerdote de Júpiter, no podía llevar ningún nudo en su
atuendo.
En Historia técnica y moral del vestido de
Maguelonne Toussaint-Samat, leemos que “El
nudo y el cinturón tienen muchos puntos en común que terminarán encontrándose
en la corbata, ese ritual y coercitivo accesorio de los signos y convenciones
sociales. Del nudo-ligadura, primera técnica de unión de las pieles, del hilo,
de la cestería, de la fibra y del tejido, descienden en línea recta la costura
y el punto. Existen aproximadamente 4.000 nudos diferentes; Cliffort W. Ashley
ha censado más de 3.800. Los esquimales, por ejemplo, emplean, desde hace
milenios, para la costura de las pieles, nudos de curtidores con ayuda de
tripas de foca, destinados a volver completamente estancos los trozos de pieles
unidas que constituirán su traje y asegurarán su supervivencia."
Hace poco mi amigo Erasmo de Rotterdam, cuando pasó por
Barcelona camino de Roma al ir a visitar a Cicerón y a Homero, me compró, para
hacerles un regalo, unas preciosas corbatas de cuero negro. Y antes de ayer le
vendí un sombrero de conejo estampado a mi querida y muy famosa amiga, la
cinematográfica Cruella de Vil, que
popularizó un personaje odioso para el público infantil, niños o adultos, en
una película de Walt Disney. Cruella y yo somos amigos de toda la vida y en más de
una ocasión nuestra avenencia ha estado a punto de rebasar la línea roja que da
paso a una cosa bien diferente de la amistad, pero por suerte o por acierto
hemos sabido mantener siempre la distancia y el calor necesarios y ser sólo
amigos y dejar a los benditos los placeres, infantiles también, del amor
erótico.
Cruella es una mujer demasiado sofisticada para la gente
convencional, tiene un carácter difícil y unos gustos y deseos aún más
difíciles de satisfacer, es una misántropa a la vez que una fantasiosa, es
también una estrafalaria y una neurasténica, está cargada de manías, pero, como
buena amiga que es, la quiero, la escucho con afecto, paciencia y parsimonia, la dejo
hablar y a todo le digo que sí, y le digo que sí viendo, como si viera
fantasmas o como si me viera a mí mismo, los invisibles nudos que va trenzando
con el humo de su cigarrillo.
Cada día está más delgada y eso me preocupa, le digo que
debe procurar comer más y dejar de fumar, pero no me hace caso, nunca me hace
caso. A pesar de que ya estamos en primavera dice que tiene frío, que siempre
tiene las manos heladas y que el frío entra por los pies y por la cabeza, por
eso me ha comprado este sombrero de conejo estampado que muestro al final, para
conservar, dice, a temperatura corporal los pensamientos y los recuerdos. Las
pieles de conejo son ligeras y suaves y este sombrero pesa menos que lo que
pesa ella de tan delgada y esquelética como está, parece una hoja de otoño en
plena primavera; yo la miro y la remiro y sólo veo huesos, cada articulación de
su cuerpo es un nudo, se está herborizando, convirtiéndose en un árbol, y cada
día que pasa se me va, se aleja, se difumina como estas fotografías que pierden
el color por la luz del sol o como si ya se la hubiera llevado el viento.
Cuando sea de verdad un árbol alguien hará buena leña.
Los lunes de Pascua los padrinos regalan las “monas” a sus
ahijados y "los nudos son áreas
del tronco en las que se ha formado la base de una rama. Cuando la madera se
corta en planchas, los nudos son discontinuidades o irregularidades circulares
que aparecen en las vetas. Donde nacen las ramas del árbol, los anillos del
nudo continúan las vetas del tronco; pero según sale a la superficie, las vetas
rodean al nudo y la rama crece aparte."
2 comentarios:
Me gusta mucho este sombrero, muy estiloso...
Aunque yo no suelo llevarlos, reconozco que me parece una prenda muy chula. Y no los llevo porque tengo una cabeza muy pequeña y el pelo muy corto, asi que todos me quedan enormes. Y aún así los que me gustan no pegarían con mi estilo, quedarían incongruentes y tampoco es eso.
De Cruella me gusta ejercer de vez en cuando, aunque sea de risas, pero nadie me hace caso, snif, no me toman en serio.
En cuanto a lo de "querido amigo", muy mal en no haberlo dicho nunca pero mucho peor que usted no fuera consciente ya. Es una amistad diferente a la cercana, por supuesto, pero no por ellos exenta de lazos de aprecio y respeto. No te parece?
Besos sin nudos
Así es querida Marga, tienes toda la razón, además lo dices de la manera adecuada.
Sí que me había dado cuenta, por supuesto que sí, lo malo es que yo tampoco te lo había dicho y las cosas hay que decirlas y no guardárselas.
Casi igual como Flaubeert era Madame Bovary yo soy, o me gustaría ser, Cruella de Vil, pero a mí tampoco nadie me hace caso, nunca me han hecho caso, snifff!, ya sabes, por una oreja les entra y por la otra les sale.
En fin Serafín, eso, besos sin nudos.
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