Diari de tardor (3)
El darrer post.
El 22 d’abril del 2006 vaig escriure el meu primer post a La Coctelera titulat El peletero asesino. El proper dia 9
d’aquest actual mes d’octubre La
Coctelera tanca les seves portes. Gairebé vuit anys i mig escrivint cada
setmana. El primer post que menciono era, sense jo saber-ho, tota una
declaració de principis i una veritable confessió involuntària, com quan es
parla en somnis.
Els quatre primers anys, aproximadament, van ser, sense menysvalorar el que
ha vingut després, els millors, on El
peletero va arribar a ser un autèntic blog. El que m’ha donat El peletero, sense jo demanar-ho, no ho
podré pagar mai ni podria amb tot l’or del món; el somni, però, s’ha acabat,
encara que, per a ser precís, es va acabar ja fa molt de temps, no pas ara. Sigui
com sigui els finals són sempre un retorn a casa i aquest també ho és, torno a
casa, la casa veritable, la que hi ha abans de qualsevol principi.
Voldria recordar a les persones, repetir i escriure els seus noms en aquest
darrer post, un per un en un humil i sincer homenatge i reconeixement, però el
que faré només és donar les gràcies, de manera genèrica, a tothom que m’ha
llegit i s’ha pres la molèstia de deixar un comentari, gràcies a tots ells.
Durant molt de temps es va
investigar als pelleters buscant entre ells l'autor d'aquella obra que sense
exagerar podem qualificar de mestra per la seva estranya perfecció i
singularitat. Ningú mai va trobar cap rastre, ni senyal, només un cert aire de
superioritat moral i una indissimulada admiració professional que no feia més
que augmentar la sospita de complicitat gremial i de omertà temorosa. (El
pelleter assassí)
Adéu siau Coctelera.
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Diario de otoño (3)
El último post.
El 22 de abril de 2006 escribí mi primer post en La Coctelera titulado El Peletero asesino. El próximo día 9 de
este actual mes de octubre La Coctelera
cierra sus puertas. Casi ocho años y medio escribiendo cada semana. El primer
post que menciono era, sin yo saberlo, toda una declaración de principios y una
verdadera confesión involuntaria, como cuando se habla en sueños.
Los cuatro primeros años, aproximadamente, fueron, sin
minusvalorar lo que ha venido después, los mejores, donde El Peletero llegó a ser un auténtico blog. Lo que me ha dado El Peletero, sin yo pedirlo, no lo podré
pagar nunca ni podría con todo el oro del mundo; el sueño, sin embargo, se ha
acabado, aunque, para ser preciso, se acabó ya hace mucho tiempo, no ahora. Sea
como sea los finales son siempre un regreso a casa y este también lo es, vuelvo
a casa, la casa verdadera, la que hay antes de cualquier principio.
Quisiera recordar a las personas, repetir y escribir sus
nombres en este último post, uno por uno en un humilde y sincero homenaje y
reconocimiento, pero lo que haré es dar solamente las gracias, de manera
genérica, a todo el mundo que me ha leído y se ha tomado la molestia de dejar
un comentario, gracias a todos ellos.
Durante mucho tiempo
se investigó a los peleteros buscando entre ellos al autor de aquella obra que
sin exagerar podemos calificar de maestra por su extraña perfección y
singularidad. Nadie nunca encontró ningún rastro, ni señal, sólo un cierto aire
de superioridad moral y una indisimulada admiración profesional que no hacía
más que aumentar la sospecha de complicidad
gremial y de omertá temerosa.
Adiós Coctelera.
4 comentarios:
De res, el plaer ha estat meu. Moltes gràcies per tot!
Una abraçada,
Belart
Pues nada... fue un placer pasar por acá y leerle.
Echaré de menos sus letras, señor Peletero.
Un beso enorme!
Gràcies, estimat Belart, res hagués estat possible sense tu.
Usted me perdonará, querida Marga, pero he jugado un poco con los equívocos. Cierra la Coctelera, pero El peletero sigue.
La Coctelera era una de tantas plataformas que alojaban blogs, su origen se encuentra en una empresa de servicios digitales que se llamaba The Coctel. Fue una de las pioneras en España y Latinoamérica. Pero su infraestructura era modesta y su tecnología simple al verse superada por otros competidores muchísimo más potentes. Yo ya vi las dificultades y muy tempranamente, en el 2008, abrí mi clon en bloger que al principio sólo era un reservorio, un almacén de posts. La vida bloguera se desarrollaba en la Coctelera, no en bloger.
Luego sucedió lo que en muchas ocasiones ocurre, que la delegación se come a la sede oficial al languidecer ésta, intercambiando, por así decir, los papeles. Las razones de esta remisión que convirtió al peletero de la Coctelera en una casa vacía no vienen ahora al caso, el hecho es que así fue.
Por suerte, usted, Marga, ha mantenido encendida la llamita, usted y mi querida amiga Inés, e Isolda que también me comenta de vez en cuando.
Pero le prometo que motivos de leerme tendrá, el peletero sigue caminando.
Besos peleteros (son únicos, ni mejores ni peores, pero le garantizo que como ellos no encontrará otros)
Le envié un mail a su cuenta de gmail que no sé si ha leído o no.
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