“Accattone”, Pier Paolo
Pasolini, 1961
--------------------------------------------------------------------------
Hemeroteca pelletera
Uno dei tanti epiloghi (titol provissional)
Hi
ha moltes maneres d’acabar. El gas, les fulles d’afaitar, les pistoles, les
balconades o el verí. Però sempre és millor un simple acomiadament contingut
dins d’un poema aliè.
He
triat un de Pier Paolo Pasolini que m’ha emocionat especialment i que d’una
manera curiosa lliga amb la cançó “Thunder road” quan el noi li diu a
la Mary que:
“...el meu cotxe és
allà fora, si estàs a punt per donar aquest llarg passeig del teu porxo al meu
seient davanter ell també ho està. La porta continua oberta però el viatge no
és pas gratis, res mai és gratis, nena, ni jo ni tu tampoc.”
Però
el poema d’en PPP és tan ric i tant bo que tenia dubtes de cóm titular el post
perquè el post no és pas el poema encara que el contingui.
Així
doncs, cóm titular aquest post?
1.
Uno dei tanti
epiloghi
2.
Ti ricordi di quel
sogno?
3.
Era il viaggio della
vita
4.
Grazie per il
passaggio
5.
A Pa’, mi porti con
te?
6.
E partivo solo, col
sedile vuoto accanto a me
Les
seves traduccions al català i al castellà les trobareu a continuació,
dins del mateix poema, cal buscar-les, llegir un poema és feina també de
rastrejadors, apatxes o wanderobo, teatrals o no.Si el meu blog fos famós i
conegut podria endegar una votació popular per triar-ne un, jo no sóc pas capaç
de decidir-me, tots els trobo prou bons i cal, perquè el sentit comú ho demana,
que hi hagi més electors que candidats, i ara, en aquest trist moment, no és
així, sóc pràcticament l’únic votant, excepte lectors com l’Albert, la Marga,
la Inés i fins fa poc la Paloma, els millors que mai podia haver imaginat
tenir, tan bons com aquells que em van acompanyar en un altre moment.
Al
final m’he decidit pel títol del mateix poema, Uno dei tanti epiloghi, tan encertat com els altres i el menys
compromès.
-
Me lo paghi il
viaggio?
-
No, no te’l pago, no
puc, no és possible, en aquest tipus de viatges cadascú es paga el seu bitllet.
-
Non essere avaro,
pellicciaio!, non dovrebbe essere un miserabile, tu lo sai.
-
Tinc l’univers sencer
al palmell de la mà, mà que és capaç de contenir-ne més d’un. No es petulància,
ni presumpció, ni tampoc és avarícia, la meva mà és petita, i “encara que el
meu amor per la llibertat és equívoc, de la nostra vida sóc
insaciable, perquè una cosa única al món no pot ser mai esgotada”.
--------------------------------------------------------------------------
Hay muchas maneras de
terminar. El gas, las hojas de afeitar, las pistolas, los balcones o el veneno.
Pero siempre es mejor un simple despido contenido dentro de un poema ajeno.
He elegido uno de Pier
Paolo Pasolini que me ha emocionado especialmente y que de una manera curiosa
liga con la canción "Thunder road" cuando el chico
le dice a Mary que:
"... mi coche está ahí afuera, si estás lista
para dar ese largo paseo de tu porche a mi asiento delantero él también lo
está. La puerta sigue abierta pero el viaje no es gratis, nada nunca es
gratis, nena, ni yo ni tú."
Pero el poema de PPP es
tan rico y tan bueno que tenía dudas de cómo titular el post porque el post no
es el poema aunque lo contenga.
Así pues, cómo titular
este post?
1.
Uno dei tanti
epiloghi
2.
Ti ricordi di quel
sogno?
3.
Era il viaggio della
vita
4.
Grazie per il
passaggio
5.
A Pa’, mi porti con
te?
6.
E partivo solo, col
sedile vuoto accanto a me
Sus traducciones al
catalán y al castellano las encontraréis a continuación, dentro del mismo
poema, hay que buscarlas, leer un poema es trabajo también de rastreadores,
apaches o wanderobo, teatrales o no.
Si mi blog fuera famoso
y conocido podría iniciar una votación popular para elegir uno, yo no soy capaz
de decidirme, todos los encuentro bastante buenos y es necesario, porque el
sentido común lo pide, que haya más electores que candidatos, y ahora, en este
triste momento, no es así, soy prácticamente el único votante, excepto lectores
como Albert, Marga, Inés y hasta hace poco Paloma, los mejores que nunca podía
haber imaginado tener, tan buenos como aquellos que me acompañaron en otro
momento.
Al final me he decidido
por el título del mismo poema, “Uno dei
tanti epiloghi”, tan acertado como los demás y el menos comprometido.
- Me lo paghi il viaggio?
- No, no te lo pago, no
puedo, no es posible, en este tipo de viajes cada uno se paga su billete.
-
Non essere avaro,
pellicciaio!, Non dovrebbe essere un miserabile, tú lo sai.
- Tengo el universo entero
en la palma de la mano, mano que es capaz de contener más de uno. No es
petulancia, ni presunción, mi mano es pequeña, y “aunque mi amor por la
libertad es equívoco, de nuestra vida soy insaciable, porque una cosa única en
el mundo no puede ser nunca agotada".
--------------------------------------------------------------------------
Uno dei tanti epiloghi
Ohi, Ninarieddo, ti
ricordi di quel sogno...
di cui abbiamo parlato
tante volte...
Io ero in macchina, e
partivo solo, col sedile
vuoto accanto a me, e tu
mi correvi dietro;
all’altezza dello
sportello ancora semiaperto,
correndo ansioso e
ostinato, mi gridavi
con un po’ di pianto
infantile nella voce:
«A Pa’, mi porti con te?
Me lo paghi il viaggio?»
Era il viaggio della
vita: e solo in sogno
hai dunque osato
scoprirti e chiedermi qualcosa.
u sai benissimo che quel
sogno fa parte della realtà;
e non è un Ninetto sognato
quello che ha detto quelle parole.
tanto è vero che quando
ne parliamo arrossisci.
Ieri sera, a Arezzo, nel
silenzio della notte,
mentre il piantone
rinchiudeva con la catena il cancello
alle tue spalle, e tu
stavi per sparire,
col tuo sorriso,
fulminea e buffo, mi hai detto... «Grazie!».
«Grazie», Ninè? È la
prima volta che me lo dici.
E infatti te ne accorgi,
e ti correggi, senza perdere la faccia
(cosa in cui sei
maestro) scherzando:
«Grazie per il
passaggio». Il viaggio che tu volevi
ch’io ti pagassi era,
ripeto, il viaggio della vita:
è in quel sogno di tre
quattro anni fa che ho deciso
ciò a cui il mio
equivoco amore per la libertà era contrario.
Se ora mi ringrazi per
il passaggio... Dio mio,
mentre tu sei in
gattabuia, prendo con paura
l’aereo per un luogo
lontano. Della nostra vita sono insaziabile,
perché una cosa unica al
mondo non può essere mai esaurita.
2 settembre 1969
Pier Paolo Pasolini
Un de tants epílegs
Ai, Ninarieddo, et
recordes d'aquell somni...
del qual hem parlat tantes voltes...
Jo era al cotxe, i partia sol, amb el seient
buit al meu costat, i tu corries darrere meu;
a l'altura de la portella encara mig oberta,
corrent ansiós i obstinat, em cridaves
amb un punt de plor infantil a la veu:
«Ei, Pa!, em portes amb tu? Em pagues el viatge?»
Era el viatge de la vida: i només en somni
has gosat a descobrir-te i demanar-me alguna cosa.
Saps ben bé que aquell somni és part de la realitat;
i no és un Ninetto somniat el qui ha dit aquelles paraules.
Tan veritat és que quan en parlem t'enrojoles.
Ahir vespre, a Arezzo, en el silenci de la nit,
mentre que el vigilant tancava amb la cadena el cancell
a la teua esquena, i tu estaves a punt de desaparèixer,
amb el teu somriure, fulmini i burleta, m'has dit... «Gràcies.»
«Gràcies», Ninè? És la primera volta que m'ho dius.
Així que t'hi repenses, i et corregeixes, sense canviar la cara
(cosa en la qual ets un mestre) bromejant:
«Gràcies pel passatge.» El viatge que tu volies
que jo et pagàs era, repetesc, el viatge de la vida:
fou en aquell somni d'ara fa quatre anys on vaig decidir
allò a què el meu equívoc amor per la llibertat era contrari.
Si ara, m'agraeixes el passatge... Déu meu,
mentre que tu ets a la garjola, agafe amb por
l'avió cap a un lloc llunyà. De la nostra vida sóc insaciable,
perquè una cosa única al món no pot ser mai esgotada.
2 setembre 1969
Pier Paolo Pasolini
(Versió de Salvador Jàfer)
Uno entre muchos epílogos
Ay, Ninarieddo,
recuerdas aquel sueño...
del que tantas veces hemos hablado...
Yo estaba en el coche y me iba solo con el asiento
vacío al lado mío, y tú corrías;
a la altura de la ventanilla aún semiabierta,
corriendo ansioso y obstinado, me gritabas
con un poco de llanto infantil en la voz:
'Paolo, ¿me llevas contigo? ¿Me pagas el viaje?'
Era el viaje de la vida; y sólo en sueños
osaste descubrirte y pedirme algo.
Tú sabes muy bien que aquel sueño es parte de la realidad;
y no un Ninetto soñado el que dijo esas palabras.
Tan verdad es, que cuando hablamos de ello, te ruborizas.
Ayer, en Arezzo, en el silencio de la noche,
mientras el centinela echaba la cadena a la cancela
detrás de ti y tú ibas a desaparecer,
con tu sonrisa fulmínea y burlona, me dijiste... '¡Gracias!'
'¿Gracias, Niné?' es la primera vez que me lo dices.
Y, efectivamente, te das cuenta de ello y te corriges, aguantando el tipo
(en eso eres un maestro), bromeando:
'Gracias por el viaje'. El viaje que tú querías
que yo te pagase era, lo repito, el viaje de la vida:
y en ese sueño de hace tres, cuatro años decidí
lo que a mi equívoco amor por la libertad era contrario.
Si ahora me agradeces el viaje...Dios mío,
cuando estás en el calabozo, tomo con miedo
el avión hacia un lugar lejano. De nuestra vida soy insaciable,
porque una cosa única en el mundo no puede nunca agotarse.
2 de septiembre de 1969
Pier Paolo Pasolini
Traducción de Ángel
Sánchez-Gijón
4 comentarios:
Ajá de la vida somos insaciables. Al menos algunos y al menos si nos dejan.
Epílogo? despido contenido? el primer término , si hablamos de recapitulación de lo hasta ahora contado, no me parece mal.El segundo no lo contemplo, lo achaco al calor y una errónea interpretación mía. A que a veces se me va la pinza de la imaginación en las letras.
De nuevo gracias por el texto, en este caso el poema de Passolini, por la belleza. (Deberia ser de obligatorio cumplimiento el agradecer la demostración de la belleza. son tiempos tan feos estos nuestros...)
Mi mano es muy, muy pequeña y le gusta poder contener el universo de algunos otros, asi que aprieto el puño en ocasiones para guardarlos. Como esta.
A la espera de que me aclare el término epílogo, uno de tantos... besos de ida y vuelta
La clave del título, querida Marga, hemos de buscarla en la propia vida y en el mismo poema que así se llama, “Uno entre muchos epílogos”, es decir, que hay muchas maneras de recapitular lo acontecido, de escribir las últimas palabras.
Yo imagino que eso es así porque algo que es único e inagotable no puede ser contenido ni en los versos de un poema.
Ninarieddo, Ninetto, Niné, Nico, es Ninetto Davoli, actor y compañero de PPP durante un tiempo, un hombre pegado a una sonrisa.
---------------------------------------------------------------------------------
Carta a Paolo Volponi
Queridísimo Paolo:
Agradezco infinitamente tu carta. Habría saltado de alegría leyendo lo que dices de mis poesías si no estuviese atravesando un terrible período de dolor. Ninetto ya no existe más. Después de casi nieve años, no está más. He perdido el sentido de la vida. Pienso solamente en morir o en cosas similares. Todo lo que está a mi alrededor ha caído: Ninetto con su novia, dispuesto a tofo, incluso a volver a trabajar de carpintero (sin que se le mueva una pestaña) con tal de estar con ella; y yo incapaz de aceptar esta horrenda realidad, que no sólo arruina mi presente, sino que arroja una luz de dolor en todos estos años durante los cuales creí en la alegría, al menos por su presencia feliz, inalterable. Te pido que no hables de esto con nadie en el mundo. No quiero que se hable de esto. Tú y Elsa (Elsa Morante) son los únicos (con Nico) que lo saben. Quizá pueda sobrevivir a esto.
(…)
Te pido perdón por esta carta poco coherente, pero cada tanto una etapa de la vida llega a su fin, y es cada vez más horrible volver a comenzar. Te abrazo con mucho afecto. Tuyo.
Pier Paolo Pasolini
Agosto, 1971
-------------------------------------------------------------
Besos de vuelta y de ida.
Yo titularía este post "El Viaje de la vida", allí entre muchas cosas como el amor, el desamor, la alegría, la muerte, la esperanza y la desesperanza, están "Uno entre muchos epílogos".
Esos momentos que la misma vida siempre nos obliga a transitar, quizás para recordarnos, que todo se mueve y se transforma, comienza y termina.
Y menos mal que es así, siempre me ha aterrado el concepto de eternidad...
El cómo terminar es otra cosa, no siempre la vida nos depara el camino de rosas.
Coincido con vos en la elección de un inmenso poema, un poema que nos represente y nos retrate, nos dignifique y plante, como un anillo sin principio ni fin.
Abrazos de alas blancas
Los tres últimos post, querida Inés, aunque independientes completamente entre sí, quieren ser los peldaños de una escalera.
De una escalera que no conduce a ninguna parte pero que aspira a convertirse en un camino.
Camus y Pasolini fueron dos personas sencillas y sin pretensiones, alejadas completamente de la soberbia de los cenáculos políticos y académicos. El francés falleció de accidente de automóvil y el italiano asesinado por unos sicarios a las órdenes de personas muy poderosas. Ambas maneras de morir son habituales y al mismo tiempo contemporáneas, iconos de nuestra modernidad y también del significado que le damos a la muerte.
Camus nos dice que “sin excepción, los grandes bulevares de Orán se ven invadidos a última hora de la tarde por un ejército de simpáticos adolescentes que hacen los mayores esfuerzos por parecer malos”.
Gillo Pontecorvo nos hace la crónica de una guerra, de una guerra que es igual a todas las guerras.
Bruce Spingsteen le recuerda a Mary que “mi coche está ahí afuera, si estás lista para dar ese largo paseo de tu porche a mi asiento delantero él también lo está. La puerta sigue abierta pero el viaje no es gratis, nada nunca es gratis, nena, ni yo ni tú”.
Y Pasolini le recuerda a Ninetto, su amigo amado, que “el viaje que tú querías que yo te pagase era el viaje de la vida”.
Todos queremos regresar a casa, querida Inés, pero es difícil hallar el rastro de migas de pan que dejamos al venir; esos pájaros que actualmente dibujas, con un negro perfil, quizás se las comieron y esperan ahora, pacientemente subidos a sus ramas, comernos los ojos.
Gracias por tus palabras, Inés. “El viaje de la vida” es un excelente título.
Besos.
Publicar un comentario