Hemeroteca pelletera
De què parlem?
Per Sant Jordi, fa quatre dies, em vaig comprar Lliçó d'anatomia de Danilo Kis, un escriptor serbi ja mort i que en
el seu moment va ser acusat de plagi quan va escriure Una tomba per a Boris Davidovich.
A la "Lliçó ..." parla de literatura, de Borges, de Maupassant,
de Txèkhov i de O'Henry, i també cita un paràgraf d'"Shklovski" del qual jo ignorava la seva existència. Qui
dimonis és Shklovski?
Segons la
Viquipèdia Víktor Borisovich Shklovski va ser un dels primers
teòrics de l'anomenat formalisme rus, terme que es va usar com a contenidor de
diverses teories literàries i que va tractar de dotar de base científica dels
estudis sobre literatura. Dotar de base científica dels estudis sobre
literatura o art sempre va ser un objectiu bàsic de tot bon marxista.
La meva ignorància sobre pintura i arquitectura és gran, però la que tinc
sobre literatura i música és colossal. Malgrat això la curiositat sobre totes
elles es manté activa tractant de creure que el fet poètic és intercanviable.
M'agrada pensar que és així, dóna a la idea del món, no al món i sí a la idea
que tenim d'ell, d'una certa harmonia que em fa esperar que sigui comprensible.
Wallace Stevens, en un bell text sobre les relacions entre poesia i pintura
ens parla de Roger Fry. Roger Eliot Fry va ser un pintor i un crític anglès que
va viure a cavall entre el segle XIX i el XX i d'ell WE ens diu, en la
conclusió a una nota sobre Claude [Lorrain] i associar el pintor a Virgili i
als mons saturnins, que la identitat poètica es pot revelar indistintament amb
paraules o amb imatges (dono per descomptat que amb sons i objectes també),
concebent d'aquesta manera la poesia com el fet fonamental de l'art tal com ho
expressa de manera magistral Félix de Azúa en el seu Diccionari de les Arts.
Més endavant WE afirma quelcom, per a mi, de cabdal importància i referit tant
a la modernitat com a l'antiguitat: "el
que importa en últim terme és de què es parla", amb això crec que
pretén afirmar que es pot parlar del mateix en diferents moments del temps
igual que es pot parlar del mateix amb un llapis o un pinzell. Encara que
McLuhan deia que el medi és el missatge, jo sempre he volgut pensar que no és
així exactament, naturalment puc estar equivocat.
De què parlem?
Harold Bloom a El futur de la imaginació ens parla d'Emerson i jo suposo que es refereix a Ralph Waldo Emerson, un escriptor, poeta i filòsof nord-americà que va viure al segle XIX i
que va afirmar que "Shakespeare era
infinitament més savi que qualsevol". La cita per a HB ve al cas perquè
parla d’una saviesa atemporal i, segons diu: "durant l'últim terç del segle XX, Shakespeare ha estat silenciat a les
universitats del món de parla anglesa". Jo ignoro el per què, però en
aquest sentit HB vol ridiculitzar als acadèmics, als intel·lectuals literaris i
als ismes que es converteixen en ideologies artístiques. Necessitem tot això?
HB diu: "Hi ha acadèmics que
creuen que el llenguatge informa el pensament i l'escriptura, i altres que
atribueixen tota la literatura passada i present a anònimes forces socials.
També hi ha agitadors i conscienciadors marxistes i feministes, i hordes de
titulars fanàtics que afirmen que l'ètnia i la pigmentació de la pell estan per
sobre de tota altra realitat a l'hora de determinar valor i significat. Però aquests
ja semblen arcaics: l'orientació sexual, l'ecologia, el genoma i la bioètica
comencen a desplaçar els diversos historicismes i antropologies socials; totes
aquestes solemnes sectes es dissolen quan suren en l'oceànic Shakespeare,
encara que poques vegades admeten el naufragi. Emerson va dir que Shakespeare
era infinitament més savi que qualsevol ".
De què parlem?
(Continuarà)
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¿De qué hablamos?
Por Sant Jordi, hace cuatro
días, me compré Lección de anatomía
de Danilo Kis, un escritor serbio ya fallecido y que en su momento fue acusado
de plagio cuando escribió Una tumba paraBoris Davidovich.
En la “Lección…” habla de
literatura, de Borges, de Maupassant, de Chéjov y de O’Henry, y también cita un
párrafo de “Shklovski” del que yo ignoraba su existencia. ¿Quién demonios es
Shklovski?
Según la Wikipedia Víktor Borísovich Shklovski
fue uno de los primeros teóricos del llamado formalismo ruso, término que se usó como container de diversas
teorías literarias y que trató de dotar de base científica los estudios sobre
literatura. Dotar de base científica los estudios sobre literatura o arte
siempre fue un objetivo básico de todo buen marxista.
Mi ignorancia sobre pintura y
arquitectura es grande, pero la que poseo sobre literatura y música es colosal.
A pesar de ello la curiosidad sobre todas ellas se mantiene activa tratando de
creer que el hecho poético es intercambiable. Me gusta pensar que es así, da a
la idea del mundo, no al mundo y sí a la idea que tenemos de él, de una cierta
armonía que me hace esperar que sea comprensible.
Wallace Stevens, en un bellotexto sobre las relaciones entre poesía y pintura nos habla de Roger Fry. Roger Eliot Fry fue un pintor
y un crítico inglés que vivió a caballo entre el siglo XIX y el XX y de él WE
nos dice, en la conclusión a una nota sobre Claude [Lorrain] y asociar el
pintor a Virgilio y a los mundos saturninos, que
la identidad poética se puede revelar indistintamente con palabras o con imágenes
(doy por supuesto que con sonidos y objetos también), concibiendo de esta
manera la poesía como el hecho fundamental del arte tal y como lo expresa de
manera magistral Félix de Azúa en su Diccionario de las Artes. Más adelante WE
afirma algo, para mí, de primordial importancia, algo referido a la modernidad
y a la antigüedad: “lo que importa en último término es
de qué se habla”, con ello creo que pretende afirmar que se puede hablar de
lo mismo en diferentes momentos del tiempo igual que se puede hablar de lo
mismo con un lápiz o un pincel. A pesar
que Mcluhan decía que el medio es el mensaje yo siempre he querido pensar que
no es así exactamente, naturalmente puedo estar equivocado.
¿De
qué hablamos?
Harold Bloom en El futuro de la imaginación nos habla de
Emerson y yo supongo que se refiere a Ralph Waldo Emerson, un escritor, poeta y filósofo norteamericano que
vivió en el siglo XIX y que afirmó que “Shakespeare era infinitamente más sabio que cualquiera”. La cita
para HB viene a cuento porque habla de una sabiduría atemporal y, según dice: “durante el último tercio del siglo XX,
Shakespeare ha sido silenciado en las universidades del mundo de habla inglesa”.
Yo ignoro el por qué, pero en este sentido HB quiere ridiculizar a los
académicos, a los intelectuales literarios y a los ismos que se convierten en
ideologías artísticas. ¿Necesitamos todo eso?
HB dice: “Hay académicos que creen que el lenguaje informa el
pensamiento y la escritura, y otros que atribuyen toda la literatura pasada y
presente a anónimas fuerzas sociales. También hay agitadores y concienzadores
marxistas y feministas, y hordas de titulares fanáticos que afirman que la
etnia y la pigmentación de la piel están por encima de toda otra realidad a la
hora de determinar valor y significado. Pero estos ya parecen arcaicos: la
orientación sexual, la ecología, el genoma y la bioética comienzan a desplazar
los diversos historicismos y antropologías sociales; todas esas solemnes sectas
se disuelven cuando flotan en el oceánico Shakespeare, aunque rara vez admiten
el naufragio. Emerson dijo que Shakespeare era infinitamente más sabio que
cualquiera”.
¿De
qué hablamos?
(Continuará)
4 comentarios:
Dice también la Wikipedia, estimado Peletero, que Víktor Shklovski defendía cierto concepto de arte como desvío o extrañamiento: “Sostenía que la cotidianidad hacía que se “perdiera la frescura de nuestra percepción de los objetos”, hacía de todo algo automatizado. Como salvador de ese medio alienado por la automatización, hace entrada triunfal el arte. Su técnica de salvación consistiría en hacer extraños los objetos, “crear formas complicadas, incrementar la dificultad y la extensión de la percepción, ya que, en estética, el proceso de percepción es un fin en sí mismo y, por lo tanto, debe prolongarse”.
No me parece una interpretación desatinada de aquello que pretende el arte en general. A mí misma siempre me ha parecido que, entre las virtudes que poseen los poetas, se encuentra la de rescatar las palabras de su desgaste cotidiano y hacerlas resonar en nuestros oídos como si por vez primera las escucháramos. La de llevarnos a descubrir o recordar la plenitud de sus significados por medio de la extrañeza de la sintaxis. La de ponerlas a jugar de tal modo que de repente se nos tornen raras y preciosas en la boca, capaces de decir lo que en su cotidianidad apenas dicen. Y algo similar sucedería con la pintura, si recordamos esos zapatos raídos que pintó Van Gogh, simples objetos cotidianos que jamás habrían captado nuestra atención de no ser por el protagonismo que les presta la tela.
Me gustaría saber más exactamente qué dice Félix de Azua sobre la poesía como hecho fundamental del arte. Me ha recordado a las teorías de otro filósofo, quien también sostiene que la poesía, por su vinculación con el lenguaje, es el arte por excelencia, puesto que sin ella –sin lenguaje al fin y al cabo- no podría haber nacido ningún otro arte.
¿De qué hablamos? Difícil dar una respuesta concreta a esa pregunta, si no otra cosa que el lenguaje es lo que abre y hace posible nuestra relación con el mundo, con nosotros mismos y los demás dentro de ese mundo. En ese sentido, habría que decir que hablamos de todo aquello que compone nuestro mundo. Igualmente, que nuestro mundo se compone de todo aquello de lo que hablamos. Un mundo que, por tanto, nunca estará acabado porque siempre podríamos, en cualquier momento, empezar a hablar de aquello de lo que nunca hemos hablado.
Pero también está aquello de lo que no hablamos, o sólo lo hablamos, a veces sin palabras, con nosotros mismos. Y no creo que de eso pueda decirse que no forma parte de nuestro mundo. ¿Por qué no hablamos de ciertas cosas? ¿De qué no hablamos?
Me deja usted pensativa, estimado Peletero.
Besos oceánicos
Según se ve, querida Antígona, Víctor Shklovsky decía muchas cosas interesantes y acertadas, como ese extrañamiento del que habla y que es, según mi parecer, una manera de señalar, un dedo que señala. A mi tampoco me parece una pretensión desatinada, todo lo contrario, gracias a ese dedo del artista, o del poeta, contemplamos el mundo. Pero Shklovsky también afirma algo que es absolutamente cierto y es que los fundamentos y los modelos básicos de las obras de arte son otras obras de arte, esa supuesta paradoja da mucho de sí.
En cualquier caso, cabe recordar que el Arte, o ese “señalamiento”, es más antiguo que la automatización de nuestra vida cotidiana, aunque también estoy seguro que la vida cotidiana de un cazador wanderobo estaba automatizada igualmente que la nuestra, a pesar de no usar máquinas como las nuestras y por más que muchos se empeñen en mitificar la vida del buen salvaje que no tenía nada ni de salvaje ni de bueno, o sí, depende, igual que ahora y que aquí.
Al final de este corto paseo por algunas calles de mi Barcelona que paradójicamente empieza en África con los cazadores wanderobo, hablaré algo de arte pop y de su método de creación que inauguró, por así decir, Marcel Duchamp y sus “readymades”: “la obra de un artista, cualquier artista, consiste esencialmente en la reunión de materiales preexistentes” (…) “trozos de realidad, por lo general objetos manufacturados por el hombre, pero a veces, como en el caso de “Aire de París”, tomados de la naturaleza, presentados como arte”. Esa también es otra manera de hablar de lo mismo, de ese extrañamiento.
Tiene usted toda la razón y es un buen ejemplo citar los zapatos que pintó Van Gogh. De la misma manera también es correcto destacar que la homogeneidad, la oscuridad, esa uniformidad informe, valga las expresión, de la realidad que la convierte en invisible a nuestros ojos y que necesita del artista para mostrarla, es también una medida de seguridad para poder vivir en ella, sin esa niebla que borra los contornos pereceríamos o nos volveríamos locos como a algunos les sucede. La claridad, por así decir, no quiero usar la palabra “revelación”, no es ni para todos los ojos ni puede durar demasiado tiempo.
Me pregunta usted por la interpretación que Felíx de Azúa hace de la poesía. La entrada de su diccionario es corta, y dice:
“Sobre la poesía, cuanto menos se diga, mejor.
La poesía es la verdad del arte.
La verdad, para cada cual, es la resistencia al dolor durante una vida entera.
Allá cada cual con su verdad.
Sin embargo la verdad para todos, es el tiempo que hace cada día y lo que en ese tiempo puede verse porque aparece a la vista de todos.
Por lo tanto la poesía no nace de la conciencia del poeta, sino de su coraje.
Y, en consecuencia, la poesía no es obra de los hombres o de algunos hombres sino de los meteoros, los cuales definen con toda exactitud lo que en cada momento puede verse.
Hay además, otra poesía que sí es obra de los hombres (o de la voluntad), pero sobre ella hay una enorme documentación periodística y un sinfín de departamentos universitarios que hacen inútil cualquier comentario”.
Yo, con toda mi modestia, tengo mi propia interpretación sobre esa entrada un tanto críptica, pero sería extenderme demasiado y no quiero aburrirla.
Y en relación a lo que hablamos y lo que callamos le citaré dos frases que usted ya debe conocer, estoy seguro de ello, la primera y la última del “Tractatus Logico-Philosophicus” de Wittgenstein.
La primera dice:
“El mundo es lo que hace al caso”
Y la última, la más famosa:
“Todo aquello que puede decirse, se puede decir con claridad; y sobre aquello de lo que no podemos hablar, mejor es guardar silencio”
Unos optan por hablar del mundo y otros por aquello sobre lo que deberíamos guardar silencio.
Besos parlanchines.
Muy acertado eso que dice, estimado Peletero, de que nuestro cotidiano pasar por encima de las cosas, sin apenas verlas, usándolas precisamente porque nos pasan desapercibidas en sus contornos o en su posible extrañeza, es la base, el suelo de nuestro andar seguros por el mundo en pos de nuestras metas o del cumplimiento de nuestros deseos. En efecto, la visión que procura el arte no puede durar demasiado tiempo. Paraliza y nuestro sino es el movimiento, que siempre desdibuja los contornos, sólo aptos para la detención y la parada.
Muchas gracias por transcribirme las palabras de Félix de Azua. Crípticas, desde luego, pero muy sugerentes. Me quedo rumiando eso de que la verdad es la resistencia al dolor de una vida entera. Eso de que la poesía nada del coraje para afrontar una verdad que todos podríamos ver pero preferimos obviar. Que la poesía sea obra de los meteoros, en fin, eso me parece más una boutade, qué quiere que le diga. Pero igual debo reflexionarlo un poco más.
En cuanto a Wittgenstein, es usted muy perspicaz, estimado Peletero. O será que yo me oculto cada vez menos, bien porque no puedo hacer otra cosa, bien porque he perdido el interés de hacerlo.
No obstante, nuestro problema como humanos es que no tenemos escrúpulo alguno en arremeter contra los límites del lenguaje. La poesía, diría, es un intento tenaz y constante, consciente de la hybris que supone, de arremeter contra esos límites. Y, sin embargo, nada de eso responde a la pregunta sobre por qué, pudiendo hablar de ciertas cosas, preferimos –como Bartleby– no hacerlo. Sigo pensando en qué es aquello de lo que no hablamos.
Besos sonoros
Así es, querida Antígona, tiene usted toda la razón. Aunque intuyo, me corregirá si me equivoco, que cuando habla, valga la paradoja, de lo que callamos se refiere usted a algo, por decirlo de manera general, público, y yo, tal vez, haga más hincapié en esa parte de la vida de las personas que es más secreta que privada.
El otro día oí un comentario sobre las guerras civiles que me pareció muy acertado y que, cambiando algo el enfoque, lo haría extensible al resto de los conflictos. El comentario decía que en una guerra civil el 10 % es política y el 90 % es venganza o rivalidades personales.
En relación a la entrada del Diccionario de las artes no creo que la referencia a los meteoros sea ninguna boutade, pero explicarlo me obligaría a extenderme demasiado aunque ya le he dedicado, perdón por decirlo así, varios post, pero es algo que tiene que ver con echar los dados.
En relación también al coraje y a “la resistencia al dolor durante una vida entera”, creo interpretarlo de la manera siguiente, espero que le guste: La verdad del arte, llamada también poesía, es la capacidad de soportar el dolor que causa la experiencia del tiempo.
En la experiencia del tiempo está la muerte y la muerte es la frontera del mundo y el mundo, como decía Wittgenstein, es lo que hace al caso. Así que todo lo que hay más allá es todo aquello sobre lo que es mejor guardar silencio.
Besos que hacen al caso.
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