Lecciones imaginarias, poéticas y desordenadas sobre arte y pintura.
77. La palabra ha muerto.
A cuenta de ello, el “Manifiesto II de "De Stijl" de 1920, afirma a propósito de la literatura que:
“El organismo de la literatura contemporánea todavía vive enteramente de las sensaciones sentimentales de una generación debilitada.
La palabra ha muerto. Los clichés naturalistas y los dramáticos filmes de palabras que los fabricantes de libros nos proporcionan por metros y al peso no contienen ninguno de los nuevos golpes de mano de nuestra vida. La palabra es impotente. La poesía asmática y sentimental, el "yo" y el "el", que siempre ha usado en todas partes, pero sobre todo en Holanda, están bajo la influencia de un individualismo temeroso del espacio, residuo fermentado de un tiempo envejecido que nos llena de repugnancia. La psicología en nuestra novelística no se basa más que en la imaginación subjetiva; el análisis psicológico y la retórica molesta han matado el significado de la palabra. Estas frases cuidadosamente colocadas una detrás de otra y la una bajo la otra, esta fraseología frontal y árida con que los viejos realistas presentaban sus experiencias limitadas a si mismos, son definitivamente inadecuadas e incapaces de dar expresión a las experiencias colectivas de nuestro tiempo.”
Frente a él sólo queremos oponer como si fuera un eco respondón un extracto de Del Purismo decimonónico.
“El purismo (confesémoslo sinceramente) no empereza los ingenios sino propone observar cómo los intelectos mejores se inspiraron en la naturaleza para captar las bellezas soberanas; nos propone modelos, no calcas; educa a la mente, no la maniata; señala, no impele, dice: ved y haced. Y aunque exista una tiranía en las artes, no existe ciertamente para aquellos que quieren poner el bando toda convención, trátese de los griegos o de los artistas del siglo XVI: tirano será quien quiere ver una copia de Niobe en una Madonna y no sabe concebir la figura de un cazador diferente a la de Apolo Febo al asaetar las naves de los griegos.”
(“Del Purismo”, Césare Guasti, Carlo Pini, Carlo y Gaetano Milanesi a propósito de la exposición de 1852, en la Academia Florentina, de la pintura.
“El natalicio y las honras fúnebres de Platón, celebradas en la villa de Careggi de Lorenzo el Magnífico” de Luigi Mussini)
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77H
-“Las griegas, querida Verónica, tenéis buenas mandíbulas, manos grandes y pies alados de saltadoras de pértiga, o de batracios anfibios. Muchas lucís unos ojos hondos, y cuando miráis lo hacéis desde el fondo del cerebro, desde lo más recóndito, pues no miráis solas, también lo hacen con vosotras vuestras madres y abuelas y las hijas que todavía no habéis parido. Y si os encontráis en la necesidad y el deber, sabéis vengar al esposo o al hermano, sin remordimientos, sin dudas, y, si es el caso, asesináis también a vuestros hijos o bien os acostáis con ellos. Con sólo vuestra voluntad y vuestro dedo meñique eclipsáis al sol.
Disculpa mis palabras, pero hoy necesitaba decirle esto a una mujer, y he pensado en ti, que aparte de serlo eres también una griega de Patras. No te lo tomes a mal, no interpretes equivocadamente mis palabras, y si quieres hacerme un favor no las respondas, no digas nada”. (El hilo. Cartas a una amiga.)
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77M
-“De acuerdo, querido Víctor, no diré nada, leeré y callaré, pero ten por seguro que lo haré porque me da la gana y no porque tú lo digas. No me impedirás que relea y calle las veces que quiera. (La madeja. Cartas a un amigo.)
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