sábado, 27 de febrero de 2010

El peletero/Amor rápido (5)


5 Octubre 2009

Me cuentas tus penas porque no tienes a nadie más que quiera oírte. Estás amortizada y no quieres darte cuenta. Cuando me ves te desnudas rápida como si quisieras compensarme de algo, pero yo solamente he venido a recoger un traje recién comprado que el otro día dejé olvidado en una de las sillas del comedor. Cuando te das cuenta que no he venido para quedarme te pones a llorar.

Solamente he de recorrer el tramo que hay desde tu habitación hasta la puerta que da al relleno de la escalera, abrirla y cerrar.

Apenas son diez metros, quizás once, tu piso es pequeño y no sabes llorar.

6 comentarios:

Shandy dijo...

Incisivo y desabrido (él).

Ventana indiscreta dijo...

Mujer.
Maquinaria vieja.
Amortizada. Mejor que fueras nueva y amordazada. Desgastaría mis caprichos en ti y aguantaría de nuevo las gilipolleces que me has venido contando desde que te conocí. Eres una manfla de cojones.

Inés González dijo...

Nuevamente la soledad, la incomunicación y el desasosiego, es lo que respiran todos estos Amores rápidos.
Leo tu respuesta al comentario anterior y estoy en la huella.
La no verbalización del pensamiento roto y oprimido hace más contundente el golpe.
Gracias por tu comentario en mi blog, ya me llegaré por tu otra casa.
Un abrazo

El peletero dijo...

Apreciada Shandy, sí, desabrido y certero.

Saludos.

El peletero dijo...

Apreciada “Ventana…” tampoco hay que usar palabras malsonantes. No es ninguna maquinaria vieja ni hay que amordazar a nadie. El tiempo pasa y cada uno sigue caminos distintos. Hay momentos de decir adiós.

Saludos.

El peletero dijo...

Apreciada Inés, sí, las palabras están para ser dichas, pero pocas veces soportamos la verdad.

Saludos.