22 Abril 2009
32. Upepo
Eso es, querido amigo, el viento es quizás la única cosa en este mundo que no tiene sombra ni rostro, el viento solamente es la atmósfera desplazándose a causa de las diferentes presiones que se producen en superficie.
Solamente en superficie, peletero.
Sí, pero que cuando combina el calor con la humedad, la evaporación con bajas presiones y la condensación del vapor de agua marina, puede llegar a derribar los árboles más poderosos de la tierra.
Sí, y aunque su andar sea sinuoso y serpentino puede provocar inundaciones, abatir diques, levantar casas, coches, transportar a una niña al reino de “Oz” y lo peor, el más terrible de todos los males que puede causar, es llevarse por los aires a las pobres vacas que pastaban tan tranquilas en su establo. Para, al final, terminar siendo unas meras tormentas tropicales y luego una simple borrasca que indefectiblemente nos llega a Europa, cansada y diluida. Nada.
Gracias, Gordo, por ayudarme a completar el proceso.
De nada. Aunque falta lo fundamental.
¿El qué?
Te aprecio, peletero, lo sabes, pero hay momentos en que siento lástima por ti.
Si lo dices de esa manera nadie comprenderá a qué te refieres. Termina lo que tengas que decir. Yo solamente hablaba de viento y aire, de bajas y altas presiones y si me apuras, hasta de globos aerostáticos hinchados a base de soplar sin llegar nunca a silbar. ¿De qué hablas tú?, si puede saberse.
¿También te decepcionó Upepo? ¿No la decepcionaste tú también?
Yo creo que eres un exagerado como lo es tu propia gordura, ni vientos ni tempestades, apenas un soplido que no apaga ni una triste cerilla. No sé de quién me hablas, Gordo, pero ya que lo dices, claro que la decepcioné, por supuesto que sí, no fue ésa mi intención, pero seguro que es como dices y así sucedió. Si quieres que te dé la razón te la doy, ya sabes que soy un resentido, pero también soy un buen sarcástico. Tú eres mi sarcasmo. Eres como yo quiero que seas, no tienes voluntad.
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