jueves, 31 de julio de 2008

El peletero/Una vida corta



14 Octubre 2006

Ella, como yo, también vivía en el ático. Yo en la puerta A, ella en la B. Lo cual quería decir que tendría su compañía todo el trayecto del ascensor hasta arriba del edificio, hasta el mismo rellano de mi apartamento y del suyo. Uno enfrente del otro. Yo en la A, ella en la B.

Mi nueva vecina era guapa y estaba casada. Tenía dos hijos pequeños y un marido muy alto, según el conserje, a los que yo todavía no había visto. Su elegante vestido hacía juego con el pan recién comprado, aun caliente, crujiente, dorado, que sostenía entre su cuerpo y el brazo izquierdo. Aquel pan le daba un aire familiar, cercano y protector. El olor de ambos era tierno y dulzón.

Se arreglaba el cabello en el espejo del ascensor mientras los dos manteníamos silencio y yo simulaba ojear el periódico. En la mano derecha llevaba las llaves preparadas para abrir la puerta de su casa. Eran unas llaves extrañas, grandes, en forma de espiral con los extremos puntiagudos, punzantes. Parecían un sacacorchos o un muelle, gruesos, robustos y tan peligrosos como una aguja de coser sacos. ¿Esas son tus llaves?, le pregunté. Si, claro, me contesto sin mirarme, son raras ¿verdad? No parecen llaves, le dije. Se giró, me miró y me preguntó sonriendo: ¿y a qué crees que se parecen? Me las puso delante de las narices, tan cerca parecían más raras que peligrosas. A los muelles de una máquina, le respondí. Tienes razón, no son lo bonitas que yo hubiese deseado, pero la puerta no se abre con otra cosa, me contestó haciendo una mueca simpática con los labios. Yo dejé de observar aquellas llaves para mirar como medio se mordía dulce y suavemente la boca con sus dientes amarillo marfil. La tenía muy cerca. Llegamos al ático.

Mira, ven, verás como abro la puerta. Introdujo hasta el fondo uno de aquellos muelles por un agujero redondo; una vez dentro, la puerta se abrió con un ruido metálico. El apartamento estaba a oscuras, no pude entrever nada.

¿Quieres pasar?, me pregunto amable. Y entré.

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